Estragos del amarillamiento de la palma

Recorrer por las vías Quevedo y Quinindé, muestra la intensidad del mal en las plantaciones de palma africana, sus efectos destructivos con las hojas bajeras completamente secas, causa enormes pérdidas económicas, no cuantificadas.

El problema fitosanitario fue detectado por primera vez en l972. Justo este año 20l2 se cumplen 40 años de haberse observado el trastorno, desde entonces se han realizado estudios, investigaciones, han venido técnicos fitopatólogos del país y del exterior, pero nada, los síntomas persisten. Se han determinados que varios factores inciden en la anormalidad.

SINTOMAS
La afección se la reconoce en sus comienzos con el amarillamiento de los foliolos en las hojas bajeras de la oleaginosa, avanza con el secamiento progresivo, termina con la destrucción de los tejidos de las hojas y un color pardo característico, la observación en las plantaciones afectadas, indica la gravedad del problema.

CAUSAS
Muchas teorías se han expuesto sobre la enfermedad, una la falta de nutrientes en el suelo, principalmente elementos menores, especialmente magnesio; es decir, problemas de nutrición vegetal. También se supone la influencia de las lluvias, se recuerda que las intensas precipitaciones de 1998, por el fenómeno de El Niño de entonces, favorecieron a las plantaciones con mayor productividad, se dedujo que posiblemente a más lluvias, menos presencia de la afección.

También incide la temperatura. En esta época Santo Domingo presenta enormes fluctuaciones, días muy fríos o días de calor, resulta perjudicial. Además la temperatura promedio de la provincia difícilmente llega a 2l grados centígrados, cuando la palma requiere 24 grados promedio, hay un desajuste evidente.

Qué decir del brillo de sol efectivo, conocido como heliofanía, la enorme presencia de días nublados perjudica, hace que se contabilicen 760 horas – año de brillo de sol, cuando las necesidades de la planta, exigen mínimo de 1300 horas-año de brillo de sol, difícil de alcanzar en la provincia.

En cuanto a fertilización, también aparece como otra causa, se aplica fertilizante a ciegas en buena parte de plantaciones, se olvida del análisis del suelo y foliar por lo menos una vez al año; en consecuencia se ignora su composición en arena, limo, arcilla, contenido en materia orgánica, agua, aire, pH y otros aspectos, de los cuales depende el éxito del cultivo.

Es que la corpulencia de la palma exige buena cantidad de nutrientes, agua, para que el suelo se transforme en una verdadera solución nutritiva, de la cual las raíces se alimentan y la producción de fruta de palma sea excelente. Obliga conocer clase y cantidad de fertilizante, momento adecuado de aplicación, depende de las recomendaciones del análisis de suelos. En esto también surgen los elementos menores y la influencia del magnesio.

En fin, complicado el problema, explica que en tantos años no pueda encontrarse la solución adecuada, la presencia de hojas bajeras en proceso de secamiento señala el mal que perjudica a la productividad.

Fuente: Diario “La Hora”

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