En lo recóndito del agro hay una vía para exigir

LIBERTAD DE PRENSA. El agricultor madruga para escuchar los programas radiales. En la ciudad, la prensa difunde hechos que promueven la solidaridad
En el campo, la radio es el medio para la crítica y la capacitación

Un pequeño altar, un póster del Sagrado Corazón de Jesús y un calendario con una imagen divina decoran la vivienda de Colón Bajaña. En la mesa de madera, un aparato marca JWIN, plomo con azul, AM/FM, de tres pilas y del tamaño de una caja de galletas también es parte de su cotidianidad desde hace catorce años.
Desde el 72 es dirigente y desde el 94 este hombre de 62 años defiende la parroquialización de Las Cañas, a donde se llega por un camino de baches donde los carros van a 50 kilómetros por hora y que ni el cabildo de Lomas de Sargentillo ni la Prefectura de Guayas han arreglado. Todo eso, más los problemas que padece como agricultor, tiene la oportunidad de contarlo solo a través de los medios de comunicación no públicos.
Muchos problemas del agro se los ha mensajeado o contado por teléfono a Javier López, que dirige Tierra Productiva, de cinco a seis de la mañana, en radio Sucre de Guayaquil los sábados y domingos.
Su JWIN que compró en Daule le permite escuchar en Caravana a Victorino Jaramillo y al ingeniero Mario Lapo, que dan consejos sobre el buen manejo de hortalizas todos los días, aunque allí hay menos espacio para hablar y mayor crítica a los propios productos. Pero lo escucha. Colón Bajaña no teme confrontar. De hecho dos veces han intentado llevarlo a la cárcel, pero sigue allí, sintonizando, criticando y aprendiendo.
Aprovecha los espacios para enterarse, para exigir, para protestar por los bajos precios, por las críticas que puede recibir su gremio. Hasta para denunciar que la urea no les llega, que los precios del arroz son bajos y para pedir que por fin Lomas de Sargentillo e Isidro Ayora resuelvan el problema de límites que afecta al recinto.
Leoncio Meza, presidente de la Asociación de Trabajadores Agrícolas Autónomos de Las Cañas, también escucha radio y aunque no participa activamente en los programas aprovecha la visita de EXPRESO para exigirle al prefecto del Guayas, Jimmy Jairala, que limpie los esteros y arregle la vía.
También solicita que al fin les adjudiquen las 241 hectáreas a los 70 productores, que forman parte de un predio que fue declarado baldío en el 2006.
Según él, siempre es bueno escuchar programas de radio o leer reportajes, porque son la única vía para enterarse de precios, de nuevas técnicas y de lo que pasa en los sitios cercanos a donde vive.
Hasta el año pasado de esta manera se enteraba de las novedades y las nuevas tecnologías, pues recién llegó un técnico de las Escuelas de la Revolución Agraria a enseñarles cómo producir compost e insecticida biológico.
Francisco Barzola, de la Asociación de Productores Arroceros de Daule, también escucha radio y lee diarios, más cuando "tratan temas agrícolas".
A través de ellos ha denunciado la falta de pago del precio oficial de arroz, de una política de Estado para el agro y ha pedido que la zona donde trabajan él y cientos de agricultores (Cascol de Daule) tenga la estructura que les permite realizar dos cosechas al año.
No ha tenido la misma suerte que Leoncio Meza. Ni una capacitación técnica del Ministerio de Agricultura, ni la llegada de un experto que analice el caracol, la cinta blanca, la cinta amarilla o cualquiera de las "siete plagas de Egipto" que le cayeron al arroz. De eso solo se habla en los medios.
El colmo, dice, es que la Unidad Nacional de Almacenamiento "ha vendido la reserva estratégica de arroz a los industriales", lo que podría provocar una reducción de precio para el productor. "Se lo digo a usted porque lo va a publicar".
Juan Briones, en la misma zona, también aprovecha para mandar un fogonazo de críticas a las autoridades, pues, expresa, los agricultores están a merced del destino. "Lo va a decir, ¿verdad?".
Guillermo Lizarzaburo - Lomas de Sargentillo

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