Arroceros intentan sin éxito combatir a su ‘peor plaga’

Como nunca antes, los arroceros de Samborondón se sienten totalmente abandonados de las autoridades del Gobierno, porque aseguran no tener respaldo en el control del caracol que ha devastado parte de las 4.000 hectáreas que se producen en invierno en esta localidad.


César López, presidente del Centro Agrícola de Samborondón, indicó que este problema ya se les ha convertido en una pandemia. “Somos nosotros o los caracoles, y decidimos ponernos a estudiar cada aspecto de este molusco para conocerlo y poder buscar soluciones porque las autoridades recién inician estudios, cuando tenemos el problema hace cuatro años”, dice el dirigente.

Al inicio nos preocupó la resolución de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad del Agro (Agrocalidad) de prohibir algunos productos químicos para su control, pero luego nos pareció razonable y empezamos a utilizar productos menos agresivos para no terminar con la fauna benéfica, pero nos ha tocado a los agricultores reunirnos todos los días y empezar a hacer experimentos buscando soluciones.

La propuesta de Agrocalidad fue recoger caracol por caracol y dejarlos en sacos y esto es imposible, la mano de obra es muy costosa y en un día no se recogen más de tres sacos que no es nada comparada la cantidad que hay en cada parcela.

Juan Bohórquez, vicepresidente del Centro Agrícola, explicó que han ensayado de todo para tratar de eliminar al caracol, hemos colocado sal, y todo lo que nos dicen, pero no lo hemos logrado. Si se colocan en tachos con productos se mueren, pero en las parcelas no; llevo cuatro años con el problema y en la última inundación perdí todo. Esta es la peor plaga que hemos tenido, ni el arroz negro nos había atemorizado tanto, recalca Bohórquez.

Vicente Barroso, productor de diez hectáreas, hizo un llamado a las autoridades para que capaciten a los productores, ya que ellos por su cuenta están tomando las medidas que creen y no saben si están aumentando el problema. “Hemos pedido al Gobierno mecanización para nuestras tierras y no hemos tenido respuesta. El costo de producción me aumentó en 300 dólares, si baja el precio referencial del arroz, nos veremos en problemas”, puntualizó.

Javier Almeida, técnico de Farmagro, quien asistió al Congreso mundial de Arroz en Miami, Estados Unidos, expresó que por haber una delegación ecuatoriana el tema fue puesto en el foro, pero sin mayor trascendencia, ya que los productores de EE.UU. dijeron que para ellos dejó de ser un problema porque lo controlan manejando los huevos, las láminas de agua, la nivelación de la tierra y con bajas aplicaciones de productos químicos, lo que dejó sin peso el tema para profundizar en su control, indicó Almeida.

Miriam Arias, técnica del Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (Iniap), dijo que usar químicos no es alternativa por el desbalance que causa al sistema y pueden llegar a ocasionar problemas más graves, como la cinta blanca.

La técnica recomendó a los agricultores hacer una buena nivelación del suelo, ya que el caracol se concentra donde hay mayor lámina de agua.

Colectar los caracoles en los canales de entrada de agua colocando mallas, una gruesa para los caracoles grandes y una pequeña para los recién nacidos que son acarriados por el agua. Lavar las cosechadoras y toda maquinaria que entre porque en el lodo que llevan en las llantas e implementos van los caracoles. Dijo que la siembra directa no es aconsejable porque el caracol prefiere las plantas tiernas, es necesario sembrar con trasplante tardío, por lo menos de 30 días de edad. Durante el trasplante el terreno debe tener una lámina de agua mínima para que el caracol no pueda flotar y comerse el arroz, no deben los agricultores dejar charcos y si hay que colocar un producto, que sea a base de un extracto vegetal, solo en los charcos, el agua de estos no debe descargarse a los canales para evitar mortandad de peces.

Como práctica indispensable recomendó colectar la postura de los huevos de color rosado, ya que un caracol deposita alrededor de 1.200 huevos por mes. Arias advirtió que es una plaga que no se erradicará.

Fuente: El Universo