Debacle agrícola por uso de plaguicida contra el caracol

LA VICTORIA, Guayas. Los caracoles depositan miles de huevos no solo en los arrozales, sino en toda el área contigua a los cultivos. Los agricultores afirman que estos moluscos cada día se reproducen por miles y tratan de combatirlos con químicos.
LA VICTORIA, Guayas. Los caracoles depositan miles de huevos no solo en los arrozales, sino en toda el área contigua a los cultivos. Los agricultores afirman que estos moluscos cada día se reproducen por miles y tratan de combatirlos con químicos.
El caracol africano está causando un doble desastre en los arrozales de Los Ríos y Guayas. No solo está acabando con los cultivos, sino que los agricultores, en su desesperación por combatirlo, utilizan, entre otros, un plaguicida que consta en la lista mundial de sustancias sucias y está acabando con peces, aves, plantas e incluso pone en riesgo al ser humano.

La reproducción del molusco es masiva. Por ejemplo, en plantaciones de la parroquia La Victoria, de Samborondón (Guayas), una especie de capullos rosados de miles de huevos de caracol están adheridos a las plantitas de arroz, a los troncos de árboles, a los lechuguines de los esteros, a las paredes de las alcantarillas y de algunas casas.

David Rodríguez y Alcides Velásquez, dos arroceros de la zona, se quejan porque –aseguran– no reciben ninguna ayuda estatal para combatir lo que ellos llaman una plaga que ha acabado con el 40% de la producción de este sector.

“Si esta plaga no se controla, va a acabar con todo el arroz. Los caracoles día a día ponen miles de huevos. No solo comen el arroz, sino que al trabajar uno se corta los pies y las manos por el caparazón roto”, refiere David Rodríguez, quien se queja porque ahora deben invertir más en químicos. Antes, para hacer producir una hectárea se requería una inversión de $700, ahora se gasta $ 2.000.

Pero el uso de químicos trae otro problema grave. “Es que los peces mueren, todo se contamina y hasta hay peligro para el humano”, reconoce Rodríguez. Loa agricultores citan que uno de los productos que usan es el Flavilán, plaguicida de alto poder. “Ahora sabemos que lo han prohibido, ya no lo quieren vender, pero por ahí se consigue, aunque nosotros mismos vemos que no es conveniente porque acaba con el pescado y hasta con las aves”.

La gravedad del uso de este químico la advierte Asatiani Véliz Llaguno, presidente del Colegio Regional de Ingenieros Químicos del Litoral. Explica que es un plaguicida cuyo componente activo es un órgano fosforado, que es un complejo de una molécula altamente tóxica que produce la muerte del organismo con el que entra en contacto.

Confirma que este producto se utiliza en la agricultura para eliminar la plaga del caracol, pero su componente tiene graves efectos colaterales que llegan finalmente al ser humano, por lo que es parte de los doce plaguicidas considerados altamente peligrosos y conocidos como Docena sucia, según Pesticides Action Network (PAN por sus siglas en inglés).

Véliz indica que la presencia del caracol significa que se ha roto el equilibrio de algunas especies como el halcón caracolero, que ha visto afectada su reproducción y supervivencia por la contaminación de los cultivos con aquellos químicos.

Agrega que por estar en la lista de la Docena sucia, el órgano fosforado está fuera de circulación en otros países del mundo, pero destaca que en Ecuador muchas empresas siguen importándolo para mezclarlo con excipientes y comercializarlo bajo diferentes marcas, entre ellas el Flavilán.

Afecor es una de las empresas que comercializan el producto, incluso lo promociona en su página web. No obstante, en la empresa, uno de sus funcionarios, dijo a este Diario que dejaron de venderlo desde el 2011, porque su comercialización está restringida en el país.

Sobre el tema, este Diario buscó entre el miércoles y ayer una respuesta del Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), sin obtener ninguna respuesta. Se pidió el envío de un cuestionario por correo electrónico, pero hasta las 16:00 de ayer no llegó contestación alguna.

Detalles: Efectos de plaguicida
Contaminación total
Según Asatiani Véliz Llaguno, presidente del Colegio Regional de Ingenieros Químicos del Litoral, los plaguicidas no solo actúan para exterminar el caracol, sino que también contaminan el suelo y los cuerpos hídricos adyacentes. “Por eso se encuentran plaguicidas y pesticidas hasta siete veces más de lo permitido que la normativa de salud en diferentes tipos de alimentos como cereales, arroz, leche y todo termina en la cadena trófica, que es el hombre”, sostiene el técnico. Los agricultores se preocupan por la mortandad de peces.
Fuente: Diario El Universo, El agro de hoy

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