La
situación del sector agrícola es mejor en otros cantones donde no
predomina el cultivo de arroz. En Balzar, El Empalme (Guayas); Mocache,
Ventanas y Quevedo (Los Ríos), la pobreza es del 64% en promedio, cuatro
puntos porcentuales menos que en Pedro Carbo, Colimes, Isidro Ayora,
Palestina, Santa Lucía, Urbina Jado, Lomas de Sargentillo, Daule, Nobol y
Samborondón.
Las estadísticas elaboradas por el Grupo Diálogo Rural revelan que entre estos cinco cantones la cantidad de pobres llega a 218.066. El mayor porcentaje está en Balzar (70).
Según el estudio elaborado en octubre de 2011 por Rafael Guerrero, Marcela Samudio y Raúl Farías, en el territorio norte de Guayas y Los Ríos las aptitudes del suelo permiten tener una mayor diversidad productiva conjunta: maíz, arroz, banano, cacao, soya. Y en menor medida, teca, palma africana y ganadería.
La presencia de cultivos para exportación implica mayor oferta de trabajo asalariado en la agricultura, una distribución de la población inclinada a poblar las cabeceras cantonales y el funcionamiento de un número más alto de pequeños negocios en actividades complementarias al sector agropecuario, en comparación al territorio arrocero.
Poseen los más altos niveles de población urbana y presentan los menores índices de pobreza, debido principalmente a la diversidad de actividades productivas en rubros como el comercio y la manufactura, que a pesar de girar en torno a la producción agropecuaria (con un intenso dinamismo económico en comparación a los cereales de ciclo corto) disminuyen la dependencia de la economía de la población a labores de siembra y cosecha.
Junto a la pobreza por consumo, si se considera la incidencia por necesidades básicas insatisfechas, el porcentaje de pobres es aún mayor, llegando (a excepción de Quevedo) a niveles superiores al 85%.
César Morán cosechó en la primera de sus cuatro hectáreas 110 quintales de maíz este año. Dice que el gran problema es la comercialización. En abril anduvo buscando a quién venderle su grano y la desesperación hizo que lo comercialice a solo $ 9,50, cuando el valor oficial era de 16,50.
Morán vive en Ventanas y lo que le interesa es que cuando saque su cosecha le paguen bien, pues su productividad es alta y con ella puede mantener a su familia. GLC
Fuente: Diario “Expreso”
Las estadísticas elaboradas por el Grupo Diálogo Rural revelan que entre estos cinco cantones la cantidad de pobres llega a 218.066. El mayor porcentaje está en Balzar (70).
Según el estudio elaborado en octubre de 2011 por Rafael Guerrero, Marcela Samudio y Raúl Farías, en el territorio norte de Guayas y Los Ríos las aptitudes del suelo permiten tener una mayor diversidad productiva conjunta: maíz, arroz, banano, cacao, soya. Y en menor medida, teca, palma africana y ganadería.
La presencia de cultivos para exportación implica mayor oferta de trabajo asalariado en la agricultura, una distribución de la población inclinada a poblar las cabeceras cantonales y el funcionamiento de un número más alto de pequeños negocios en actividades complementarias al sector agropecuario, en comparación al territorio arrocero.
Poseen los más altos niveles de población urbana y presentan los menores índices de pobreza, debido principalmente a la diversidad de actividades productivas en rubros como el comercio y la manufactura, que a pesar de girar en torno a la producción agropecuaria (con un intenso dinamismo económico en comparación a los cereales de ciclo corto) disminuyen la dependencia de la economía de la población a labores de siembra y cosecha.
Junto a la pobreza por consumo, si se considera la incidencia por necesidades básicas insatisfechas, el porcentaje de pobres es aún mayor, llegando (a excepción de Quevedo) a niveles superiores al 85%.
César Morán cosechó en la primera de sus cuatro hectáreas 110 quintales de maíz este año. Dice que el gran problema es la comercialización. En abril anduvo buscando a quién venderle su grano y la desesperación hizo que lo comercialice a solo $ 9,50, cuando el valor oficial era de 16,50.
Morán vive en Ventanas y lo que le interesa es que cuando saque su cosecha le paguen bien, pues su productividad es alta y con ella puede mantener a su familia. GLC
Fuente: Diario “Expreso”
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