Al año, la utilidad del negocio es de apenas 1,5%.
El remate ganadero provocado por la liquidación de negocios junto a una rentabilidad de apenas 1,5% anual pone en aprietos a la producción de carne en Ecuador.
El problema se da desde hace algunos años, pero ha sido en estos dos últimos cuando la situación se ha vuelto preocupante, sobre todo en la zona costera, según Enrique Baquerizo Luque, gerente de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos (AGLG).
“En la actualidad -djio- conviene tener la plata en el banco que invertir en la ganadería”.
La poca rentabilidad del negocio se debe a los bajos precios de la carne. En el país, el ganadero recibe ¢50 por libra de ganado en pie.
A diferencia de Colombia, en donde ganaderos cobran ¢82; de Argentina, ¢75, y de Uruguay, ¢90. En otros países, como Estados Unidos, Canadá o Panamá, el precio se sitúa alrededor de $1.
El rango de precios, según Baquerizo, está vigente en el país desde hace más de cinco años. Este hecho ha ido provocando que los ganaderos nacionales liquiden sus haciendas ante las pocas perspectivas de crecimiento.
La situación ha generado a su vez una sobreoferta: en su afán por deshacerse de los negocios, los ganaderos han ido vendiendo sus excedentes a los comerciantes, que tienen que dar salida a los 200 camales de ganado cárnico que existen en el país.
“Hay una mala percepción de que hay mucha carne -aclaró Baquerizo-, pero lo que está ocurriendo es que la ganadería está liquidando sus negocios. Todos los meses recibo comunicados en la asociación”.
Esta desestabilización podría desencadenar en el futuro en una falta de carne e, incluso, para el representante ganadero en la necesidad de importar el producto para el consumo interno.
“Lo primero es que el precio podría dispararse hasta $3, lo cual es alto para el mercado interno -puntualizó-. Luego vendría la necesidad de compra en el exterior”.
En la actualidad, en el país se faenan cada año 1,2 millones de reses, dentro de un grupo de 3 millones dedicadas a la producción de carne. Estas son la mayoría en Ecuador, en donde hay un total de 4,5 millones de cabezas de ganado. (NMCH)
Proyecto para fijar un precio al productor y formalizar la venta
Los costos de producción por cada cabeza de res representan aproximadamente $643 millones al año para el ganadero.
Sin embargo, la ganancia apenas suma $350 millones, según un estudio realizado por la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos (AGLG).
De cada cabeza de ganado, con 700 libras de peso en pie, una vez procesada, apenas se sacan a la venta 350 libras de carne.
Ante estas cifras en rojo, el sector prepara un pliego de peticiones al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca. Esto se hará dentro de 15 días. Lo primero que pedirán es que se fije un precio para el ganadero, que pase de los actuales ¢50 a ¢95.
Buscarán tener asimismo cabida en la cadena de camales, para poder ejercer así un mejor control de la calidad de carne que llega allí y se vende.
De manera paralela, pedirán la formalización del negocio. En la actualidad, según Enrique Baquerizo, los comerciantes no facturan por la compra de carne al productor. La venden a los camales, que es donde se abastecen las tercenas y la industria.
El bajo consumo interno acentúa la sobreoferta de carne.
De los 420 millones de libras de carne que se producen al año, cada ecuatoriano apenas consume 28 libras.
Este nivel, según el comportamiento de consumo, es bajo.
Parte de ello se debe al precio. ” La gente prefiere las carne blanca, la de pollo, que resulta más económica”, dice Enrique Baquerizo.
La libra de carne se comercializa al consumidor sobre los $2,5, mientras que la de pollo, en $2.
Baquerizo atribuye asimismo la merma de la carne en la mesa de los ecuatorianos a la mala campaña que se le ha hecho.
” La gente la considera muy dañina y prefiere las blancas” , comenta Greta Almendárez, nutricionista.
Fuente: Diario “Hoy”
El remate ganadero provocado por la liquidación de negocios junto a una rentabilidad de apenas 1,5% anual pone en aprietos a la producción de carne en Ecuador.
El problema se da desde hace algunos años, pero ha sido en estos dos últimos cuando la situación se ha vuelto preocupante, sobre todo en la zona costera, según Enrique Baquerizo Luque, gerente de la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos (AGLG).
“En la actualidad -djio- conviene tener la plata en el banco que invertir en la ganadería”.
La poca rentabilidad del negocio se debe a los bajos precios de la carne. En el país, el ganadero recibe ¢50 por libra de ganado en pie.
A diferencia de Colombia, en donde ganaderos cobran ¢82; de Argentina, ¢75, y de Uruguay, ¢90. En otros países, como Estados Unidos, Canadá o Panamá, el precio se sitúa alrededor de $1.
El rango de precios, según Baquerizo, está vigente en el país desde hace más de cinco años. Este hecho ha ido provocando que los ganaderos nacionales liquiden sus haciendas ante las pocas perspectivas de crecimiento.
La situación ha generado a su vez una sobreoferta: en su afán por deshacerse de los negocios, los ganaderos han ido vendiendo sus excedentes a los comerciantes, que tienen que dar salida a los 200 camales de ganado cárnico que existen en el país.
“Hay una mala percepción de que hay mucha carne -aclaró Baquerizo-, pero lo que está ocurriendo es que la ganadería está liquidando sus negocios. Todos los meses recibo comunicados en la asociación”.
Esta desestabilización podría desencadenar en el futuro en una falta de carne e, incluso, para el representante ganadero en la necesidad de importar el producto para el consumo interno.
“Lo primero es que el precio podría dispararse hasta $3, lo cual es alto para el mercado interno -puntualizó-. Luego vendría la necesidad de compra en el exterior”.
En la actualidad, en el país se faenan cada año 1,2 millones de reses, dentro de un grupo de 3 millones dedicadas a la producción de carne. Estas son la mayoría en Ecuador, en donde hay un total de 4,5 millones de cabezas de ganado. (NMCH)
Proyecto para fijar un precio al productor y formalizar la venta
Los costos de producción por cada cabeza de res representan aproximadamente $643 millones al año para el ganadero.
Sin embargo, la ganancia apenas suma $350 millones, según un estudio realizado por la Asociación de Ganaderos del Litoral y Galápagos (AGLG).
De cada cabeza de ganado, con 700 libras de peso en pie, una vez procesada, apenas se sacan a la venta 350 libras de carne.
Ante estas cifras en rojo, el sector prepara un pliego de peticiones al Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca. Esto se hará dentro de 15 días. Lo primero que pedirán es que se fije un precio para el ganadero, que pase de los actuales ¢50 a ¢95.
Buscarán tener asimismo cabida en la cadena de camales, para poder ejercer así un mejor control de la calidad de carne que llega allí y se vende.
De manera paralela, pedirán la formalización del negocio. En la actualidad, según Enrique Baquerizo, los comerciantes no facturan por la compra de carne al productor. La venden a los camales, que es donde se abastecen las tercenas y la industria.
El bajo consumo interno acentúa la sobreoferta de carne.
De los 420 millones de libras de carne que se producen al año, cada ecuatoriano apenas consume 28 libras.
Este nivel, según el comportamiento de consumo, es bajo.
Parte de ello se debe al precio. ” La gente prefiere las carne blanca, la de pollo, que resulta más económica”, dice Enrique Baquerizo.
La libra de carne se comercializa al consumidor sobre los $2,5, mientras que la de pollo, en $2.
Baquerizo atribuye asimismo la merma de la carne en la mesa de los ecuatorianos a la mala campaña que se le ha hecho.
” La gente la considera muy dañina y prefiere las blancas” , comenta Greta Almendárez, nutricionista.
Fuente: Diario “Hoy”
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