Clima obliga a adaptar la agricultura


Martes, 20 de Marzo de 2012
APRENDEN. Las mujeres son capacitadas para realizar prácticas agrícolas sostenibles que aseguren su desarrollo.
En el Valle del Tambo (en Papallacta) vive María Elvira Azipuela, quien a sus 45 años tiene nueve hijos y comparte con su esposo de 56 años. Toda su vida se ha dedicado a la agricultura, sin embargo, cuenta que las heladas que se originan han sido una dificultad para las cosechas.

Ante esta problemática, la Organización Internacional CARE apoya, desde hace casi tres años, a las comunidades cercanas a Papallacta mediante un programa de adaptación y mitigación ante el cambio climático.

“Este tema del cambio climático no es algo reciente, pero hace poco se concientiza. Con las variaciones extremas en el clima, la producción debe buscar nuevas alternativas”, comenta Sofía Sprechmann, directora de CARE.

En esta zona se han capacitado a los pobladores para evitar que la frontera agrícola siga afectando la cobertura glaciar del Antisana, además para promover reforestación y generar agricultura resistente a fenómenos climáticos extremos.

“Estamos mejorando los huertos y el factor nutricional de las familias”, señala, ya que no solo buscan variedad de productos para la siembra sino que también cambian las alternativas para protección. “Se planta la semilla en una como cama con montículos de tierra para que no afecten las heladas”, explica.

Mejorías

Entre las prácticas amigables con el ambiente que han modificado los agricultores está el reemplazo de fungicidas químicos por uno natural.

“Hacemos con la mezcla de muchas hojas naturales, cáscara de habas, cáscara de choclo, suero, melada, levadura, matico, estiércol de conejo, ají, orina, y así obtenemos el ‘Viol’”, precisa Azipuela.

Esta preparación la aplican desde la siembra para obtener productos orgánicos, los cuales tienen un sabor más agradable que aquellos que eran cuidados con químicos, según los pobladores.

Otro factor benéfico de los huertos caseros es que los comuneros ya no deben comprar sus alimentos porque ellos mismos se encargan de cultivar hortalizas y vegetales, y criar pollos, cuyes y conejos.

“Antes sembraban solo papa, ahora tienen diversidad porque si los cambios en el clima afectan a una especie, tienen otras opciones”, agrega Sprechmann.

Sobre cambio climático “no hay una hoja de ruta” para guiarse en cuáles son los caminos apropiados para seguir, pero este tipo de acciones son indicios para conocer algunas alternativas, según la Directora se CARE.



EL DATO
El 21 de marzo, CARE presentará en Quito (Centro de Convenciones Eugenio Espejo) el trabajo realizado en sus 50 años de vida en Ecuador.

EL DATO
El proyecto es apoyado por el Ministerio de Ambiente y la Comunidad Andina de Naciones.



Mejorar el turismo


Las comunidades aledañas a Papallacta tienen en el turismo una fuente de ingreso adicional. Ante esto, Sofía Sprechmann, directora de CARE, comenta que las prácticas sostenibles ayudan a conservar los recursos naturales que son atractivos para los visitantes, como las termas de agua o caminos ecológicos, por ejemplo.

Asimismo, el agua que se genera en el lugar sirve para el abastecimiento de ciudades cercanas como Quito, por lo cual es otro factor imprescindible por el que se debe conservar sus ecosistemas.


Fuente: Diario La Hora

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