Los agricultores reciben capacitación para superar la emergencia
El ganado, leche y papa, afectados por la sequÃa
Los pajonales han bajado su producción. Las heladas en la Sierra
afectan también a los tubérculos. Agricultores de El Oro y Guayas, donde
hay escasez de lluvias, se abastecen de agua de pozos y riachuelos.
La parroquia Boyacá del cantón Chone, de
ManabÃ, padece la escasez total de lluvias desde hace 5 meses. Foto:
cortesÃa | Presidencia de la República
Entre los tubérculos que más afectación evidencian está la papa, que ha bajado su producción en un 60 por ciento entre los agricultores de la zona del Carchi. Los lugareños del sector afirman que “nunca han visto un verano tan prolongado”.
En la parte alta de la provincia de Loja sà hay la normal presencia de lluvias. Sin embargo, en las zonas bajas (Macará, Zapotillo) la sequÃa es acentuada. A esta sequÃa inusual se suman los incendios forestales que, según la SecretarÃa Nacional de Riesgos, han consumido 9.800 hectáreas de pajonales y cultivos.
José Zambrano Dueñas, presidente de la Federación Nacional de Ganaderos, dijo que en la provincia de Manabà ya llevan 5 meses que no llueve, lo que ha provocado estragos en el sector.
La principal consecuencia que deben soportar es la reducción de los pastizales en un 30 por ciento. “El ganado se come todo, hasta el rebrote. La tierra la deja totalmente árida y se pierden extensas zonas donde se obtiene el heno, principal alimentos de las reses, dijo.
Agregó que, en consecuencia, los animales han perdido hasta un 10 por ciento de su peso, lo que también es preocupante a esta fecha, debido a que los meses de octubre, noviembre y diciembre son los más secos de la temporada invernal.
Dio a conocer que a nivel nacional hay 5 millones de reses, de las cuales Manabà tiene más de un millón de animales. “Es la actividad productiva que más se trabaja aquÃ, porque las tierras son pura loma y, ahora, estamos siendo afectados preponderantemente por el duro clima”.
Sobre incendios en los pastizales, dio gracias a que en la zona de ManabÃ, donde tiene sus reses, no ha existido a la fecha presencia de fuego y que, en caso de aparecer, serÃa un grave problema para todos los ganaderos, lo que inmediatamente se reflejarÃa en un incremento de los precios.
Stéfano Ante, ganadero de Pichincha, indicó que la situación es similar en esta zona central de la Sierra. Los pastizales han sido afectados gravemente por la sequÃa. La reducción de la producción de heno se la estima en ciertas zonas hasta en un 50 por ciento.
Sobre una posible solución, dijo que hay que seguir ejemplos, como lo que hacen los ganaderos de la zona de Salcedo, quienes tienen cosechadoras de heno que permiten que el animal no se coma lo rebrotes y haya una continuidad en la producción del alimento y su almacenamiento para épocas difÃciles.
Respecto a la entrega de banano para alimento de la reses, indicó que es un paliativo. “El ganado se puede alimentar. Sin embargo, hay que trabajar en el tema de los pastizales, que es alimento permanente de los animales”.
Pastor Burgos, lechero de la zona de Balzar, aseguró que la mala alimentación del ganado ha causado que la producción del lácteo disminuya en un 30 por ciento. “Esta es una realidad que la está pasando el sector y afecta en especial a los precios a nivel de productor, porque los industriales están muy limitados al incremento de precios en el mercado”, dijo.
Evaristo Baque, de la Cámara de Agricultura de la Segunda Zona, indicó que las zonas centro y sureste del paÃs son las más afectadas con las sequÃas. Esto comprende las provincias de la Sierra central hasta Loja y el sur de Manabà hasta El Oro.
La situación aquà es adversa para quienes tienen poca infraestructura. Hay comunas que han cavado y construido pozos acuÃferos, de hasta 80 metros de profundidad, y la situación en estos sitios no varÃa si no llueve; pero no todos se favorecen de los acuÃferos, dijo. Varios agricultores de la provincia de El Oro se sienten preocupados por la falta de lluvia que vive la provincia, ya que esto podrÃa afectar a sus productos.
Manuel Guncay, pequeño productor bananero, quien tiene 13 hectáreas, manifestó que ya comienza a sentir la falta de lluvia, debido a que varias plantaciones se le han dañado por esto. Aunque aseguró que actualmente las bajas temperaturas ayudan para que no se sienta la falta de lluvia. Similar situación vive José Prado, quien tiene tres hectáreas de cacao y nueve de banano. El productor mencionó que si las lluvias son escasas, estarÃa en riesgo de que se pierdan los productos.
Pastizales secos y áreas afectadas de los cultivos es lo que están presentando algunos agricultores por el clima. Esto asusta nuevamente a los productores que ya vivieron el año pasado las pérdidas por la falta de lluvia. Y es que no solo la parte baja de la provincia presenta este problema, en el altiplano orense, donde las personas se dedican a la ganaderÃa, se da la misma situación debido a que las reses no tienen que comer.
En el 2011 los cantones de Huaquillas y Arenillas fueron los más afectados. Más de 300 productores fueron perjudicados por la variación de la naturaleza que afectó a los cultivos de maÃz, yuca, pimiento, zapallo, melón, fréjol, maracuyá, cacao, entre otros cultivos que se perdieron.
Las áreas afectadas de cultivos y pastizales causaron grandes pérdidas económicas. En las zonas agrÃcolas de la provincia norteña del Carchi es alarmante la sequÃa, debido a la no presencia de lluvias y a las fuertes heladas que se presentan en horas de la madrugada. “La situación es difÃcil, porque no hay producción para vender, como es la de la papa, que empieza hasta a escasear por dÃas”, resaltó Gabriel Puño, agricultor. El Ministerio de Agricultura ejecuta acciones de evaluación.
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